México, D.F. 29 de abril de 2014
Comunicado del Comité de Conservación de laAsociación Mexicana de Orquideología
México cuenta con alrededor de 1300 especies de orquídeas nativas y una de las más bellas por sus grandes flores, de color rosado a lila u ocasionalmente blancas, es Laelia speciosa. Esta especie florece entre abril y junio, pero en mayo tiene su máxima floración. De ahí que en algunos lugares se le conozca como flor de mayo, aunque también tiene los nombres de flor de corpus e Itzámacua o Itzmacua. Esta orquídea sólo habita en nuestro país, en los estados de Durango, Zacatecas, Aguascalientes, Jalisco, Guanajuato, Michoacán, Querétaro, Morelos, Hidalgo, San Luis Potosí y Tamaulipas. Estas plantas crecen sobre las ramas de los encino sin causarles ningún tipo de daño a los árboles. En México, la flor de mayo ha sido una de las orquídeas de mayor importancia hortícola y cultural, así como en algunas manifestaciones artísticas desde la época precolombina.
A pesar de que la flor de mayo tiene una amplia distribución en el país y poblaciones formados por muchos individuos, enfrenta riesgos serios para su supervivencia a largo plazo por la destrucción de los bosques donde crece y, principalmente, la extracción de plantas silvestres para el comercio ilícito o para usos religiosos. Por ello la legislación mexicana la cataloga como especie sujeta a protección especial y su extracción y comercio requiere de autorizaciones especiales por parte de las autoridades ambientales. La principal amenaza para Laelia speciosa es la extracción inmoderada de ejemplares silvestres destinados al comercio en calles y mercados de muchas ciudades mexicanas. Esta práctica consiste en cortar los nuevos brotes con flores. Aunque no se remuevan plantas completas, éstas se ven afectadas porque se reduce su vigor y difícilmente producirán flores en los siguientes años. En algunas localidades de Michoacán llegan ser removidas todas las flores que produce la población de orquídeas, lo cual deja a la población sin posibilidad formar frutos y semillas. De esta manera, las poblaciones afectadas no solo no pueden regenerarse, las plantas se vuelven más escasas y la población se encuentran en riesgo de extinción local. Lamentablemente, cada año se ve con más frecuencia la venta de plantas enteras en ciudades como Morelia, Pátzcuaro, Cuernavaca, Xalapa, Guadalajara y México D.F.
Miguel Soto documentó la manera en que se realiza el comercio ilícito de esta orquídea: Entre mayo y junio en los ejidos localizados en el área de distribución de la flor de mayo, cada 2-3 días pasa una camioneta a recoger el material extraído por personas que ahí habitan. Estas camionetas llegan a los mercados de las ciudades totalmente cargadas con cajas llenas de ejemplares con flores que son repartidas entre los vendedores ambulantes. La Ciudad de México es el principal centro de distribución de Laelia speciosa (y muchas otras orquídeas) y se estima que durante su temporada de floración cada día llegan a ella entre 10,000 y 100,000 plantas o segmentos con flor. En mercados del estado de Veracruz se estima la venta de alrededor de 10,000 ejemplares anualmente, a pesar de que la especie no es nativa del estado ni tiene posibilidades de ser cultivada con éxito. en Michoacán se estima una venta anual de alrededor de 6,000 plantas, más un número incalculable de flores que son extraídas de las poblaciones silvestres para festividades religiosas.
Es lamentable que año con año se maten miles de estas plantas que tardan hasta 20 años desde que germinan hasta que producen su primera flor. Por el momento no existen viveros que produzcan de manera sostenible ejemplares adultos para su venta, así que la mayoría de los ejemplares que están en cultivo provienen de las poblaciones silvestres. Es por ello necesario hacer del conocimiento público el efecto tan negativo que se tiene el extraer individuos de las poblaciones silvestres, por lo cual se hace un llamado para detener la extracción y el comercio ilícito de esta especie. Para que un programa de conservación y manejo pueda ser exitoso para la flor de mayo, se recomienda los siguientes puntos:
1. Que las autoridades mexicanas sancionen y eliminen la extracción y comercio de plantas silvestres, no sólo por el daño que provoca esta práctica, sino porque mientras exista no será posible que plantas propagadas en viveros legales compitan con los precios tan bajos a los que se ofrece una planta silvestre.
2. Iniciar un programa de propagación basado en ejemplares con características hortícolas sobresalientes y superiores a las plantas silvestres, teniendo en cuenta que las plantas crecen lentamente y habrá que esperar unos 10 años para que produzcan flores.
3. Rescatar las plantas decomisadas por las autoridades o desechadas por el comercio ilícito para usarlas como material de propagación; estos ejemplares, bajo condiciones adecuadas de cultivo, pueden producir flores en poco tiempo y a su vez servir como fuente de más material para propagación.
4. Garantizar la conservación de las poblaciones que crecen dentro de Áreas Naturales Protegidas, así como áreas comunales cuyos propietarios las han destinado a la conservación.
Todos los ciudadanos de este país somos responsables de la extinción o conservación de la flor de mayo ¡NO VENDAS Y NO COMPRES EJEMPLARES SILVESTRES!
Comité de conservación de la Asociación Mexicana de Orquideología:
Irene Ávila Díaz (Universidad Michoacana de San Nicolás Hidalgo)
Rodolfo Solano Gómez (Instituto Politécnico Nacional)
Eduardo A. Pérez García (Universidad Nacional Autónoma de México),
Rebeca Menchaca (Universidad Veracruzana)
Eric Hágsater (Herbario AMO)
Gerardo Salazar Chávez (Universidad Nacional Autónoma de México)
Omar Rocha (Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales)
Ernesto Aguirre León (Asociación Mexicana de Orquideología)
Antonio Espinosa Olmedo (Asociación Mexicana de Orquideología)
Pilar Ortega Larrocea (Universidad Nacional Autónoma de México
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